Ahora todos nuestros audios incluyen una frase subliminal que refuerza el efecto de las frecuencias en nuestro cuerpo. La frase es: “AL ESCUCHAR ESTE AUDIO ESTOY SANANDO MI CUERPO Y MI MENTE”
Este combinado de frecuencias nos ayuda a descargarnos de los efectos dañinos de la tecnología 5G y de la contaminación electromagnética en general a la que estamos todos sometidos. Este combinado también tiene incorporado toda la secuencia de frecuencias de resonancia de la tierra, frecuencias SCHUMANN que nos ayudan a descargarnos de toda esa sobrecarga energética que recibe nuestro cuerpo a diario.
Ahora hay un cuadro de síntomas que se le ha llamado “síndrome de irradiación aguda”, y es producido por la irradiación desde las antenas.
Las personas que se han va/cu/na/do, ahora con esos metales y sustancia en su cuerpo se convierten en antenas para ellos mismos y para todos los que estén a su alrededor.
Los síntomas que puede provocar esta irradiación pueden incluir: dolor de cabeza, síntomas parecidos a los de la gripe como dolor en el cuerpo, fiebre, fatiga o cansancio extremo, tos, molestias en la garganta, también se puede tener diarrea.
Han hecho un cambio brutal en las antenas desde los días previos a la navidad multiplicando enormemente la potencia de la radiación, y encima con pulsos electromagnéticos muy elevados. Al mantener tan alta esta radiación ha habido una ola de personas con síntomas gripales, dolor de cabeza, fiebre, algunos con diarrea o vómitos y con una fatiga que dura 15 o 20 días. Y el dolor de garganta que también dura más días. Síntomas de los que cuesta salir, cuesta recuperarse, y todo es porque te estuvieron irradiando, o porque te reuniste o pasaste tiempo con familiares o amigos va/cu/na/dos con varias dosis puestas.
También te irradias si estás en sitios con muchos va/cu/na/dos, porque los que se han inyectado esta sustancia son como antenas emitiendo radiación, sobre todo si estás a menos de dos metros de ellos, o trabajas al lado de alguno de los que están va/cu/na/dos.
Mientras más va/cu/na/dos haya, más radiación tendrán ellos mismos y las personas de su alrededor, aunque no estén va/cu/na/das.
Lo que está sucediendo no son olas de contagios ni “o/mi/cron” ni nada de lo que te cuentan por la tele, lo que sucede es radiación. Y la sufren más las personas que más metales y tóxicos tengan en su cuerpo, sustancias procedentes de las fumigaciones del cielo y de lo que hay contaminando alimentos y otros productos, y por supuesto en mayor medida la sufren y fallecen los va/cu/na/dos.
Pero hasta los no va/cu/na/dos tienen síntomas de irradiación.
A diario nos sobrecargamos con la cantidad de aparatos eléctricos y electrónicos con los que convivimos tanto en casa como en el trabajo, en establecimientos públicos, centros comerciales y de trasporte, y en la misma calle por las ondas que nos están llegando y bañando continuamente de antenas, wifis, cables, teléfonos móviles o celulares, centrales eléctricas, satélites y todo tipo de tecnología actual.
Todos esos impactos que está recibiendo nuestro cuerpo a diario generan muchos síntomas y derivan en enfermedades crónicas. Entre los síntomas que crean las nuevas tecnologías encontramos a personas con continuos dolores de cabeza y cefaleas por tensión muscular, fatiga, hipertensión arterial, insomnio, ansiedad, tartamudeos, nerviosismo incontrolable y sin motivo, esterilidad, alteraciones en el ADN y muchos otros síntomas y dolencias derivadas de estas tecnologías y radiaciones.
Y a eso le agregamos que las prendas de vestir de fibras sintéticas y los zapatos con suelas de goma no dejan que se descargue toda esa sobrecarga que acumulamos.
Este combinado de frecuencias ayuda a descargar el cuerpo de toda esa sobrecarga energética que tenemos, nos reduce la sensibilidad eléctrica y química, también nos reduce la sensibilidad a productos químicos que vierten a la atmósfera, y los productos químicos que ingerimos o que usamos en el hogar o en puestos de trabajo.
También incluye frecuencias para corregir los daños que estas radiaciones provocan en el ADN y en el ARN.
Escuchar este combinado te deja la sensación similar a la de pasar un día al aire libre en el campo descargándose a tierra.
Puedes poner esta frecuencia en tu lugar de trabajo sonando bajito en unos altavoces, también la puedes poner en tu casa sonando, en tu automóvil. O la puedes escuchar cada vez que te sientas sobrecargado o con tensión o nerviosismo.
El cerebro necesita de 6 a 7 minutos para sintonizarse con la onda que le estamos metiendo a través de los auriculares.
Algunas veces es suficiente escuchar un sonido binaural solo durante 10 minutos para que sea efectivo, hay personas que aguantan perfectamente los binaurales escuchándolos más rato, pero otras personas sienten molestias si los escuchan más de 15 minutos.
Lo ideal es escuchar los binaurales con auriculares, con audífonos para que el batido sea más efectivo en el cerebro, pero las personas que tengan mucho estrés y tensión, o electricidad estática acumulada en su cuerpo pueden sentir molestias al escuchar los binaurales.
También si tus nervios auditivos están en mal estado en uno de los dos oídos pueden causarte alguna molestia, y en estos casos se pueden escuchar con unos altavoces estéreo y sin auriculares, el efecto es menor pero también se obtiene beneficio de esta manera.
No es aconsejable escuchar frecuencias BINAURALES o ISOCRÓNICAS en personas que sufran convulsiones o epilepsia, que tengan puestos aparatos marca-pasos, tampoco en personas con trastornos severos de la personalidad. Las mujeres embarazadas los podrán escuchar solo por consejo de su médico.
Puedes escuchar este sonido en cualquier momento del día, pero es muy recomendable escuchar estos sonidos tumbado y con los ojos cerrados, ya que algunas personas tienen hiperactividad, estrés y están demasiado apresuradas por sus quehaceres diarios y en ese estado existe un choque interno entre la energía mental de la persona y la energía que nos aporta la frecuencia binaural intentando bajar la frecuencia de las ondas cerebrales. Por un lado nuestro cerebro pretende ser resolutivo con la tarea que estamos realizando y con las tareas que tenemos en mente para después (con mucha actividad cerebral) y el binaural pretende lo contrario, bajar la frecuencia para dejarnos en una determinada vibración que no se corresponde con toda la cantidad de cosas que tenemos en la mente. Y aunque el binaural siempre hace efecto a nivel físico y emocional, pero en el proceso de encaje tiene que luchar con nuestra contradicción mental que vivimos al estar tan activos. Por eso las personas que sientan algún tipo de molestia como tensión en la nuca, en el cuello, jaqueca, nerviosismo, angustia, ansiedad o cualquier síntoma al escuchar un binaural es conveniente que deje todo lo que está haciendo y se tumbe a escuchar tranquilamente el binaural con los ojos cerrados para no sentir ningún tipo de molestia. Y estas personas que ya están de por si demasiado tensas es conveniente que descarguen sus pies a tierra.
Escucha esta frecuencia con los auriculares con el volumen más bien bajo, para no generar molestias en tus oídos.
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